top of page

Reposo emocional



Al igual que necesitamos reposo físico, también es necesario el reposo mental y emocional. Sabemos cómo descansar y recuperar fuerzas: el cuerpo nos avisa, y si no lo escuchamos nos agotamos. También sabemos cuándo estamos saturados, bloqueados y agotados mentalmente, y cuándo necesitamos desconectar, dejar de pensar tanto y darle vueltas a lo mismo. Y buscamos tiempo para meditar, dormir más, distraernos, hacer eso que cada cual sabe que le funciona y le resetea la mente. Pero cuesta más reconocer que necesitamos reposo emocional cuando vivimos emociones intensas, profundas, conflictivas, mantenidas o repetidas que conllevan un sinfín de sentimientos que pululan por nuestros adentros.


El reposo emocional se consigue tomando conciencia de lo que bulle en nuestro interior y haciendo una pausa en la que evitemos las interacciones con los estímulos, personas o situaciones que identifiquemos como desencadenantes de las tormentas emocionales. Se trata de mantenernos al margen, retirarnos y no involucrarnos, y buscar un espacio interior donde la paz y la serenidad sean el bálsamo que alivia y ayuda a encontrar el equilibrio emocional, con la colaboración y el complemento de nuestro cuerpo y nuestra mente.



Foto Instagram @tanchan7

Comentários


bottom of page