top of page

Nuestro refugio



Como la brisa, que de repente llega y mueve con suavidad las hojas del árbol donde nos refugiamos buscando sombra en un día de calor sofocante. Así nos sentimos cuando, para resguardamos del agobio mental, entramos en nuestro espacio interior, donde encontramos un baño de paz refrescante, un abanico de ilusiones chispeante, un frescor luminoso y vibrante, y una energía palpitante que nos envuelve, protege y alivia de las ventoleras: temores que inquietan, dudas que abruman, pensamientos negativos que oscurecen el horizonte y ensombrecen nuestro día a día.

Comments


bottom of page