El miedo a veces se esconde bajo diferentes actitudes y comportamientos, como son:
La pereza. No tener ganas de hacer algo puede ser una excusa para huir de eso que en el fondo nos atemoriza.
El aburrimiento. Otra forma de evitar situaciones o actividades que nos asustan es decir que son aburridas y así les damos de lado.
La planificación excesiva. Nos da la falsa sensación de que todo está controlado y que no hay hueco para los temidos cambios e imprevistos.
La prudencia extrema. Un modo de intentar apartar las situaciones, lugares y actos que puedan ser una amenaza o peligro. Esconde miedo a equivocarse y fracasar, también miedo a perder el control.
La mentira. Se emplea para evitar ser rechazado, infravalorado o criticado, escapando de las situaciones en las que nos sentimos amenazados y atemorizados.
El silencio. Mil temores hay tras un silencio que impide expresar deseos, necesidades y sentimientos. Callamos para guardar y ocultar por miedo a las consecuencias: rechazo, incomprensión, abandono, humillación, fracaso, dolor emocional, y un sinfín de temores.
Analiza y reflexiona sobre tus comportamientos, eso te hará conocerte mejor y descubrir miedos que te limitan para poder transformarlos en fortalezas que te ayuden a crecer interiormente,
Foto Instagram @gshkarupilo
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