Todo vale en la vida.
Todo enseña, aporta felicidad y grandeza por pequeño, breve y efímero que sea.
Los que aprecian y agradecen cada escena diaria; cada encuentro; cada día, ya sea soleado y caluroso o nublado y frío; cada mirada y sonrisa que aparece, cada palabra que reciben; cada flor que ven, cada nube, color, sabor; cada paso que dan; cada objeto que alguien ha creado, fabricado y nosotros hemos adquirido; cada ser vivo que forma parte de este mundo; esas personas son las que viven con plenitud y conciencia; con alegría y felicidad, con amor y sabiduría cada segundo de su vida.
Foto Instagram @charlottesmathiesen