Es un mecanismo de defensa que consiste en mantener cierta distancia y ponerse un escudo protector a nivel mental y emocional, para evitar que la empatía nos afecte negativamente.
Conocer nuestras fortalezas y virtudes; y entender que cada persona tiene su camino y su aprendizaje, su libre albedrío que debemos respetar, su propia experiencia. Todo esto nos ayudará a gestionar nuestras emociones y pensamientos, a poner límites para evitar caer en el sufrimiento ajeno, el dolor, las actitudes negativas; y mantener siempre nuestro bienestar psicológico, nuestras prioridades y necesidades, sin descuidar nuestro cuidado personal, nuestra vida.
La clave está en el equilibrio. La ecpatía es el peso que contrarresta a la empatía cuando es excesiva y perjudicial para uno mismo.
Foto Instagram @jin2271
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