Cuando reaccionamos de forma impulsiva guiados por las emociones descontroladas se produce a nivel cerebral lo que los psicólogos llaman secuestro emocional. Es un estado en el que toma las riendas la parte más primitiva e instintiva de nuestro cerebro, bloqueando el paso de información lógica, el pensamiento racional; de ahí que tengamos conductas irracionales y que llevemos a cabo acciones de las que llegamos a arrepentirnos y que nos sorprenden a nosotros mismos cuando las evaluamos.
Un modo de controlar estos arrebatos emocionales es hacer lo que todos hemos escuchado siempre: contar hasta 10 antes de explotar. Al hacerlo se activa la corteza cerebral, donde tiene lugar el pensamiento lógico, haciendo que nuestras reacciones sean más sensatas y moderadas.
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