Conectar con la música es conectar con el alma y dejarla fluir, libre, sintiendo su fuerza, su seguridad y su luz. Es eliminar el ruido de los pensamientos y vibrar a elevada frecuencia, transmitiendo esa vibración a todas la células de nuestro cuerpo y funcionando con armonía y equilibrio.
Elige música que te emocione, que te atraiga, que te encante, y escúchala con plena dedicación. Puedes cerrar los ojos o moverte al ritmo que te marque. Hazlo durante el tiempo que necesites hasta que notes cómo tu cuerpo se relaja, tu mente se serena y tu energía aumenta.
Unos minutos metido en la música y dejándose impregnar por ella hacen tanto bien como cualquier sesión de meditación, masaje, ejercicio y relajación juntos.
Disfruta de la música con plenitud y conciencia.
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