Conectar con otra persona es algo que ocurre de forma espontánea, imprevista y no premeditada. Basta un cruce de miradas, una sonrisa, un gesto o unas breves palabras para darnos cuenta de que hay conexión, de que de algún modo las energías que nos rodean tienen el mismo color.
Es como entrar en la misma nube y sentir que no volamos solos. Como encontrar a alguien que se sabe la música de tu canción y a quien puedes tararear la letra sabiendo que va a cantar contigo. Es como si no tuvierais que ensayar, como si hubierais aprendido lo mismo juntos. Como reencontrarse con tu mejor amigo de párvulos. Es como abrir un cajón y encontrar la pieza del puzzle que llevaba siglos perdida.
Conectar es como enchufarse a la corriente eléctrica y poner en funcionamiento el ordenador que estaba en off. Descubrimos nuevos programas, carpetas y enlaces que estaban escondidos en nuestro interior.
Al conectarnos recibimos luz que permite ver lo que no se veía, ampliar nuestra visión, avanzar y crecer. La conexión conlleva inspiración, comprensión, motivación, sintonización, comunicación, sabiduría, ilusión y plenitud.
Todo esto solo es posible si al conectar nos dejamos llevar, si actuamos con el alma como guía, si dejamos fluir todas esas maravillosas energías que son las que nos hacen vivir con sentido la vida.
Foto Instagram @tyson_ee
Comments