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Vacaciones mentales


Cuando te sientas agotado mentalmente por enredarte en pensamientos repetitivos, preguntas y respuestas, explicaciones, suposiciones, argumentos y razonamientos. Cuando te sientas cansado de darle vueltas a algún tema, tú solo en tu cabeza, nada mejor que tomarte unas vacaciones mentales y desconectar del tema en cuestión. Un mes, no menos.

Deja el asunto en reposo; está ahí, pero no estás pendiente del mismo. Dedícate mientras a otros menesteres: trabajo, tareas cotidianas, relaciones personales, ocio, actividades relajantes y lo que surja. Y al igual que cuando te vas de vacaciones laborales no trabajas, en este descanso mental no pienses en el asunto que te tiene saturado hasta que termines tu mes de vacaciones.

Cuando vuelvas tendrás ideas nuevas, perspectivas diferentes, lucidez y paz; y afrontarás y solventarás las dificultades que antes no podías.

Al dejar de pensar se abre espacio para que entre la intuición, la inspiración y la sabiduría del alma pudiendo comprender y ver lo que la maraña de pensamientos nos impedía entrever y entender.

 

Foto Instagram @___mariella___

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