Visualiza, imagina, sueña lo que quieres como te gustaría pero sin aferrarte a una posibilidad concreta, o a dos, o a tres. Enfócate en el final más mágico y fantástico que puedas imaginar, siéntelo como realizado, agradece, vívelo en tu corazón y en tu mente; esa es la esencia del sueño, el que surge en el alma, puro, limpio, luminoso, bello, es como la fotografía del acontecimiento que se guarda para el recuerdo.
Y el cómo, el cuándo, el porqué son las expectativas. Quieres que sea de una manera, en un momento concreto, quieres explicaciones mientras se hace realidad el sueño, eso es lo que hay que eliminar para disfrutar de lo que va surgiendo, del camino, de los acontecimientos inexplicables.
Si confías en los organizadores y en los encargados de preparar la celebración, la fiesta, y no te preocupas por nada solo sentir, amar sin condiciones y dejarte llevar estarás fluyendo y no sufrirás.
Foto Instagram @danielkordan