Para arreglar conflictos personales, enmendar desarreglos, reanudar relaciones que siendo importantes se enfriaron por disgustos o malentendidos; situaciones que afectan emocionalmente, que trastornan y duelen, que se enquistan y no se olvidan, hay que dejar a un lado la mente con sus prejuicios, sus ideas fijas, sus filtros, sus erre que erre, su intransigencia y su orgullo. Porque, como ya dijo el filósofo: el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Los asuntos emocionales requieren soluciones emocionales y no mentales.

Cuando alguna historia te aflija, te quite la paz interior o el sueño actúa con el corazón y guiado por el alma.

Abrirse, expresar, perdonar, hacer, dar, demostrar, aceptar, fluir, disculparse, ser sincero y auténtico, olvidar, abrazar; estas son las palabras clave, las acciones que como una medicina curarán la herida emocional y solucionarán el conflicto.

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