Calor, mucha calor en mi tierra.
Sol que abrasa y caldea las casas.
Dura un rato el frescor de la mañana en el campo.
Aletargados y empapados en sudor
esperando que se mueva un poco de brisa
que refresque el cuerpo y la mente acalorados.
Con tanta calor todo se enlentece,
los movimientos y hasta los pensamientos.
Agosto, mes de extremos, de máximos,
de ritmos pausados, sin prisa.
Sin nubes en el cielo
y con estrellas que pasan por el firmamento
recordándonos las maravillas del Universo.