La lumbalgia, o lumbago, es una dolencia frecuente que suele afectar a personas sanas de cualquier edad.
Los sobreesfuerzos, la sobrecarga, las malas posturas, asientos no ergonómicos y ejercicios bruscos son la principal causa de dolor a nivel de la columna lumbar, pudiendo irradiarse al gluten o la pierna. Sólo un pequeño porcentaje son debidos a patologías (hernias discales, artrosis, traumatismos, enfermedades sistémicas).
Si eres propenso a este tipo de dolencia puedes tomar medidas sencillas que te aliviarán y evitarán su aparición de forma repetida.
Lo primero es la higiene postural. Sentarse cómodamente manteniendo la espalda recta evitando torsiones inclinaciones. Agacharse flexionando las rodillas cuando tengas que levantar pesos levantarse con la espalda recta. Usar cojines y almohadas colocados en el hueco de la zona lumbar cuando estés recostados o tumbado.
Cuando notes molestia o tensión muscular, pinchazos con determinados movimientos o dolor aplica calor local durante unos 20 minutos, eso aumenta el flujo sanguíneo, relaja la musculatura y evita contracturas. Puedes hacerlo dos o tres veces al día.
Hacer algunos ejercicios de estiramiento *, como los que se hacen en yoga, a diario y durante solo unos minutos fortalece la musculatura y reduce tensiones.
Los masajes diarios de la musculatura lumbar con aceites esenciales o cremas a base de extractos vegetales, como árnica o capsaicina, acortan la duración de la lumbalgia.
Los hidromasajes con chorros de agua caliente y los baños calientes relajan la musculatura y reducen contracturas.
Si incorporas estos remedios en tu rutina diaria evitarás la aparición de muchas lumbalgia y controlarás un episodio agudo en unos días.
*(En el próximo artículo explicaré varios ejercicios)