top of page

Meditación con el aire


Para esos días de viento que todo lo revuelve.

Siéntate en una terraza, balcón, patio, jardín o lugar al aire libre

y haz una meditación sentida y presente.

Cierra los ojos y haz varias respiraciones profundas exhalando despacio por la boca.

Siente las ráfagas de aire en tu cuerpo, en la cara, los brazos, las piernas; siente su temperatura y la intensidad del viento. Permanece así unos minutos.

Siente cómo mueve tu ropa y el roce sobre tu piel.

Siente el aire en tu cabello, cómo se despeina y se alborota.

Presta atención al aire al entrar por la nariz.

Piel, ropa, pelo, nariz; siéntelo todo a la vez.

Y ahora añade el sonido del viento en los árboles y lo que te rodea.

Tacto, olfato y oído.

Continúa percibiendo y sintiendo.

Disfruta unos minutos.

Termina abriendo los ojos,

moviéndote con suavidad

y haciendo una respiración profunda.

 

Foto Instagram @c_k_t_1

bottom of page