Dale vida a tus palabras,
que no se escondan en tu mente.
Ábreles la puerta y vete detrás de esas palabras
que brotan en tu alma como un manantial
y que a todas horas quiere pronunciar.
Dale vida a tus palabras,
no las calles más.
No guardes tus preguntas, tus respuestas,
tus conversaciones en soledad.
Dale vida a esas palabras
que se repiten en tu silencio
y que ocultas en tus rincones.
Dale vida a tus palabras,
que suenen, que susurren, que vibren
y lleguen a oídos que las quieren escuchar,
y a quien las siente aun sin pronunciar.
Foto Instagram @anniset