Para cuando hay náuseas persistentes que quitan el apetito pudiendo llegar a vomitar si se come.
Prepara una infusión con media taza de agua, una cucharadita de unciana, una pizca de matalauva, un anís estrellado y una pizca de té negro.
Hervir un minuto, reposar cinco minutos, enfriar y tomar a sorbos poco a poco durante una hora.
Luego comerse una manzana muy bien masticada y despacio y esperar un par de horas antes de comer más.