Todos somos alumnos y maestros al mismo tiempo, todos tenemos algo que enseñar a los demás. Cada uno tiene unas cualidades, virtudes, aptitudes, sabiduría, dones propios únicos con los que se puede realizar una importante labor enseñando esos valores a otros que a su vez nos enseñan los suyos. Esa labor es llevada a cabo a diario por cada uno de nosotros de forma sutil, sin darnos cuenta, sin esfuerzos, sin pretensiones, de forma natural.