En la escuela de la vida se enseñan grandes lecciones, tenemos muchas asignaturas y muy variadas; unas son fáciles, otras complicadas, unas largas, otras cortas pero densas. Hay muchas prácticas y no hay vacaciones, ni días libres, es un aprendizaje que dura toda la vida. Aprender es nuestra tarea en la vida, nuestra misión, nuestro propósito espiritual, el único modo de evolucionar.