La alegría verdadera, la que se irradia, la que se siente en el alma, la que no se afecta por circunstancias externas, la que se acompaña de emociones y pensamientos positivos que enriquecen a la persona, esa alegría no se encuentra fuera sino dentro de nosotros, es un tesoro que todos poseemos y que nada ni nadie puede quitarnos.
Explora y busca ese tesoro, tu herramienta es la meditación, ella te abrirá las puertas y te alumbrará el camino.