Tener un animal doméstico es un gozo y una oportunidad para sentir que nunca estamos solos en la vida, que siempre podemos dar y recibir afectos, que siempre hay ocasiones para poder expresar de muchísimas maneras el amor que tenemos.
Los animales de compañía son grandes maestros, nos enseñan grandes valores como la lealtad, el amor incondicional, el juego, la alegría, el agradecimiento, la serenidad, el saber disfrutar de los sencillo, la capacidad de adaptarse a las adversidades y de vivir sin miedos.