Es frecuente quedarse anclado en el pasado, no pasar página, releer una y otra vez la misma historia, repasar lo vivido, analizar lo ocurrido, querer entender lo sucedido, preguntarse qué otra cosa hubiera sido si todo lo que hicimos lo hubiéramos hecho de otro modo, y solo miramos atrás y no vemos lo que tenemos delante, el horizonte, el infinito.
Nos estancamos en el pasado, sobre todo cuando fue malo, cuando sufrimos, y no se cierran las heridas ni sanamos, seguimos sufriendo por algo que ya ha pasado, que ya no existe, que está solo en el recuerdo.
Pasa la página y sigue escribiendo en el libro de tu vida, vive el presente, no se trata de borrar el pasado sino de cerrar capítulos, coger el lápiz y el papel, sentarte relajado mirando al horizonte, sintiendo y escuchando en tu interior, abriendo el corazón y acogiendo las intuiciones, sensaciones, impresiones que llegan mientras uno fluye, se deja llevar por la vida sin ponerle trabas ni excusas.
Foto de Ronda por Inma V.