Un jardín zen es una zona de la vivienda exterior o interior que consiste en una superficie plana cubierta con arena fina blanca sobre la que se hacen surcos geométricos como ondas, círculos, espirales y líneas rectas creando dibujos sencillos. Sobre esta superficie se colocan piedras variadas de formas redondeadas y superficie lisa y rocas con bonitas formas creando composiciones minimalistas que aportan serenidad y relajación, tanto su contemplación como su creación. Los jardines zen pueden llevar pequeños lagos o charcas.
Los de interior son fáciles de hacer, basta una bandeja o una caja baja, como una tapa de madera o cartón sobre la que se construye; puede colocarse en cualquier lugar de la casa y se van cambiando los dibujos sobre la arena y las piedras según nos apetezca, en estos casos se utiliza un pequeño rastrillo o un tenedor para hacer los surcos en la arena.