Se basa en los principios de la física cuántica según los cuales a nivel de las partículas más elementales que componen la materia ocurren fenómenos que desde el pensamiento mecanicista parecen imposibles pero que ya están demostrados muchos de ellos sorprendiendo a científicos expertos.
Estos fenómenos se dan en el cuerpo humano y son los que explican el funcionamiento de terapias energéticas y holísticas, algunas de ellas ancestrales que aunque usadas de forma intuitiva tienen su fundamento a nivel cuántico. Los efectos sanadores de chamanes y curanderos, estados alterados de conciencia, de terapias como las flores de Bach, la homeopatía, los cristales de cuarzo, la musicoterapia con sonidos armónicos, el Reiki o la acupuntura, aunque inexplicables por la ciencia médica actual y por ello desprestigiadas y atacadas, son reales y sus beneficios incuestionables.
Somos energía, todo lo que nos rodea es energía, la vida es una aventura en un mundo con infinitas energías. La enfermedad es el resultado de un desequilibrio y de bloqueos de energía y la sanación sólo puede conseguirse con ayuda de energías que reequilibren y desbloqueen los trastornos energéticos.