Sentarse frente a frente en la sala de estar sin nada en medio hace que las personas tiendan a no estar de acuerdo en muchas cuestiones, si hay una mesa que se comparte entre ellos eso hace que sientan que tienen puntos en común y predispone a ser amables, esta distribución es más hospitalaria.
Los sillones o sofás apoyados sobre la pared y sin tapar ventanas o ventanales aportan seguridad y confianza en uno mismo. Si se sitúan de espalda y alejados de puertas y ventanas hacen que uno se sienta inseguro y costará relajarse.