Todos recibimos señales cada día, son señales sutiles pero claras que nos sorprenden y que muchas veces ignoramos pasando desapercibidas. Hay que estar alerta a esos mensajes que no son casualidades sino que son el modo en que se comunican nuestros guías espirituales, los que nos acompañan, nos escuchan, invisibles pero reales como la energía. La señal es su lenguaje, descifrar su mensaje se hace con el alma no con la mente, es un mensaje que se siente, no se explica con la lógica de la mente.
Cuando tengas una señal párate, siente, qué te preocupaba poco antes, a qué le dabas vueltas; la señal te guía, te confirma, te inspira, te despierta.
Cuando algo te preocupe estate alerta, siempre hay señales que se presentan con la solución, la idea o el consejo para seguir por el camino sin equivocarte.