Un laberinto es un símbolo, una metáfora sobre el difícil y complejo camino de la vida de los seres humanos. Aparece en casi todas las culturas y lugares del mundo. Tiene su origen en la zona mediterránea, el laberinto más antiguo se encontró en una tablilla en un yacimiento en Grecia y data del año 1200 a.C.
Cuando uno se adentra en el laberinto se encuentra con un camino con recodos, curvas, recovecos, cruces, bifurcaciones que al final siempre llevan al centro.
El laberinto representa el curso de la vida, el viaje del ser humano a su interior, un trayecto que precisa concentración, atención, esfuerzo, dedicación, solo así se llegará al centro, a la esencia del ser humano, allí se encontrará la paz y el amor incondicional y entonces se podrá salir con facilidad, seguridad en nuestras capacidades y sabiduría para seguir adelante por otros senderos elegidos.