Es el resultado del equilibrio emocional, mental, físico y espiritual. Estas cuatro parcelas hay que cuidar para sentirse bien no sólo físicamente sino a cualquier nivel.
Son normales los pequeños malestares por cansancio, sobrecarga, problemas o disgustos pero son fáciles de solucionar si se toma conciencia de ellos, si nos responsabilizamos de nuestra salud, si nos cuidamos y amamos.