Sanar no es solo curar una enfermedad, es mucho más, es solucionar y arreglar los conflictos interiores, las emociones mal gestionadas, no expresadas, no entendidas.
Es cambiar los pensamientos negativos repetidos, mantenidos que nos envenenan.
Es revisar nuestra vida con sus objetivos, sus conflictos, sus proyectos, su día a día, sus relaciones personales y con lo que nos rodea.
Sanar es buscar un equilibrio entre emociones, mente y alma, un entendimiento entre ellas, un acuerdo de colaboración. En cuanto una de ellas se descuida algo en nosotros enferma.
Sanar es curarlo todo, no solo el cuerpo que refleja lo que pasa en las demás partes que somos y que están unidas como un todo.