Además de todas las personas que a lo largo de la vida nos orientan, todos tenemos seres invisibles, igual que el alma, que nos acompañan, nos protegen y nos guían. Son como guardianes y maestros encargados de nosotros, no los vemos pero podemos sentir su presencia y conectar con ellos a través de nuestra alma, mediante la meditación y la intuición.
Los guías espirituales dan señales y pruebas de su existencia, son sutiles pero reales, solo hay que abrir la mente a otras posibilidades y quitar esas barreras mentales que nos limitan y nos impiden ver más allá de lo que vemos.