Tener plantas en el hogar, en una terraza, un patio o una ventana y cuidarlas es una actividad sencilla y relajante que conecta con la naturaleza, mejora la autoestima y nos hace sentir parte del planeta.
Las plantas son seres vivos que captan nuestras energías igual que nosotros captamos las suyas. Cuando se realizan labores de jardinería, aunque sea a pequeña escala, como macetas, hay un intercambio de energías beneficioso para ambas partes.
El cuidado de la plantas es también una forma de meditación al estar con atención y dedicación plenas mientras dura la tarea, eso calma la mente, reduce el estrés y la ansiedad y mejora la depresión.