top of page

Una visita sorpresa...


Meses de preparación,

con amor como ingrediente principal,

con mucha ilusión,

bastante emoción,

su ración de valor

y su pizca de tensión.

Todo bien mezclado y reposado,

esa es la receta de esa visita sorpresa

que cocina mi alma.

Una visita cortita,

pocas palabritas,

no hacen falta,

ya hablamos con el alma,

es solo por ver tu mirada y tu sonrisa

y por sentir lo que ya sabe el alma.

Una visita donde el tiempo no importa,

da igual cuánto dure,

da igual si es muy corta,

será intensa y hermosa,

y quedará grabada bien honda.

 

bottom of page