Un fruto seco que por sus composición nutricional está más cerca de los cereales que de los frutos secos.
Tiene un 50% de agua.
Un 40% de hidratos de carbono complejos que son de absorción lenta y mantiene niveles equilibrados de glucosa en sangre. Son fuente de energía y tienen un efecto saciante duradero.
Es uno de los frutos secos menos calóricos, tiene la tercera parte de calorías que otros frutos secos y la mitad que los cereales. Crudas aportan 190 Kcal por cada 100 gr, y asadas 237 Kcal.
Tiene pocas proteínas (4 gr/100 gr de castañas) pero una proporción equilibrada de aminoácidos esenciales.
Solo un 2 % de grasas poliinsaturadas (buenas).
Tienen vitaminas A, C y E (antioxidantes) y varias del grupo B (la vitamina B y la A se estropea con la cocción).
Aporta minerales: potasio, hierro, calcio, fósforo, magnesio.
Contiene fibra soluble con efecto prebiótico, es decir, que favorece el crecimiento de la flora intestinal y la actividad de esas bacterias beneficiosas para el organismo.
Para digerirlas bien si se comen crudas hay que masticarlas muy bien. Se digieren mejor asadas y también cuando han pasado unos días después de su recolección. Asadas producen menos flatulencias.