La confianza es la base de una buena autoestima y la infancia es la etapa en la que se siembra.
Cualquier niño tiene capacidad de tener un alto grado de confianza en sí mismo cuando las condiciones son propicias. La confianza de un niño depende directamente de la confianza que sus padres depositen en él.
Una de las cosas que más perjudican a la confianza es la sobreprotección. Los padres que se pasan todo el día preocupados por la salud, la seguridad o el bienestar de un hijo lo que hacen es transmitirles que el mundo es peligroso y que no es capaz de afrontar la vida por sí mismo, por lo que ante cualquier desafío o novedad el niño reaccionará con miedo. Confiar en un niño, observar sin dar consejos ni órdenes le llevará a desenvolverse con total confianza.
Es más importante reconocer la actitud del niño ante una tarea, como por ejemplo: la concentración, el esfuerzo, que disfrute mientras la realiza o que sea ingenioso, que premiar el resultado, eso evita frustraciones y mejora la confianza en sí mismo y la autoestima, ayudándole a desarrollarse plenamente.
Otra buena manera de desarrollar la confianza del niño es ofrecerles responsabilidades, haciéndoles responsables de tareas adaptadas a su edad y relacionadas con su educación y cuidado personal, eso es algo que a ellos les encanta porque supone una oportunidad de descubrir cosas nuevas y aprender a dominar su entorno, y les hará sentirse satisfechos y capaces de cuidarse y de valerse por si solos.
Y es importante apoyarles en sus decisiones. Se sabe que las decisiones más acertadas son las que vienen del cerebro emocional, más que del racional, y que los niños que valoran las alternativas desde un punto de vista racional son más inseguros y toman peores decisiones.
Transmitir además confianza en la vida, y no solo en las capacidades personales, es un valor primordial, un pilar para una vida adulta con paz y serenidad.
Un niño que crezca sintiendo la confianza de sus padres en él y en la vida será un adulto que se sienta capaz de lograr todo aquello que se proponga.