Creo en un sueño, en un anhelo del alma,
creo en ti y creo en mí
y en lo que me pide el alma.
Creo en ese sueño que no es sólo mío,
y creo con la fuerza que mueve montañas,
una fuerza que no sé de donde sale o llega
porque está en mi interior y sale hacia afuera.
Creo en un sueño que la mente con dificultad acepta
porque ella piensa y piensa
y no encuentra la razón de ese empeño en un sueño.
Hay algo mágico en los sueños que uno sueña despierto,
hay una mezcla de realidad y sorpresa,
de espera y desespero,
de quiero pero no puedo,
de me rindo y no me rindo,
de subidones y bajones,
de despertar con el sueño y dormir con el sueño,
de por qué surgió este sueño que me quita el sueño,
de preguntas sin respuestas.
Cuando en el alma nace un sueño
la vida entera gira a su alrededor
y da vueltas y vueltas
que no marean
sino que despiertan
a la magia que por doquier se presenta
para hacer realidad ese sueño.