top of page

No hay distancias para el alma...


Antes de nacer ya existe el alma, ya es, es conciencia y es amor, es energía, es vibración, es la esencia de ese ser humano que nacerá, crecerá, vivirá y aprenderá que la vida es una experiencia de un alma encarnada limitada a un cuerpo físico y a un periodo de tiempo.

Al principio de la vida uno olvida esa esencia, uno vive ajeno, salvo raras excepciones, pero al avanzar la vida uno intuye, descubre y sabe que su esencia es eterna, que no tiene límites de espacio ni tiempo, que puede conectar con otras esencias, otras energías que no se limitan a ningún lugar ni tiempo, son las almas intemporales, inmateriales, con cualidades infinitas.

Llega un día en la vida en que uno sabe en el fondo de su alma que no hay distancias físicas ni temporales entre esa energía divina que albergamos en nuestro interior y las infinitas dimensiones que el universo componen.

Uno tiene la certeza cuando mira al horizonte que no hay distancias para el alma, que no hay límites ni tiempo en ese vasto universo de infinitas energías.

Autor: Paco

Imagen: "Amapolas", óleo.

Autora: Mila García

 

bottom of page