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Aprender a querer...


Nunca me planteé si yo sabía querer,

nunca lo pensé,

nunca lo reflexioné.

Querer es tan importante como comer, respirar o dormir,

pero al igual que eso el cuerpo lo hace de forma automática

también uno cree que sabe querer y que sabe dejarse querer.

Son variantes del querer

que yo he tenido que aprender.

El día que me encontré a un alma gemela

supe que tenía que aprender

a querer y dejarme querer.

Parecía sencillo pero qué difícil fue,

tenía tantos miedos y tantas barreras

que ese amor escondido

no se atrevía a salir.

Ha sido duro sentir amor

y no poder querer ni dejarse querer.

Ya termino esos estudios, ese trabajo,

ese máster en querer y dejarse querer.

SMF

 

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