Los minerales de cuarzo tienen grandes propiedades energéticas.
El cuarzo tiene una estructura molecular y atómica muy regular, lo que le aporta la capacidad de transmitir energías muy variadas pero de una frecuencia elevada.
Los cuarzos tienen su propia energía y además pueden canalizar otras energías sutiles relacionadas con el campo bioenergético, es decir, las energías que forman parte del ser humano y que participan en el funcionamiento del mismo. Por ello son usados en terapias, colocados sobre los chakras consigue equilibrarlos, actúan por sintonía, es decir, resonando a la misma frecuencia que el cuerpo energético de la persona.
El cuarzo magnifica o amplifica las energías que capta de los campos bioenergéticos, las energías de la naturaleza, las del planeta, del sol y la luna, de otras personas, y las aumenta, las amplía, las intensifica, dirigiéndolas a otros seres vivos y transmitiendo armonía a todos los sistemas, órganos, células, procesos bioquímicos y a todas las entidades sutiles que nos rodean, entendiendo por ello esa infinidad de energías que, la mayoría indetectable, interactúan con nosotros a nivel físico, emocional y mental, porque todo es energía.
Los cuarzos son muy útiles durante la meditación pues facilitan la entrada en el estado alfa cerebral.
Los cuarzos sirven para hacer limpiezas energéticas de lugares y personas.
Y sólo transmiten energías de elevada frecuencia.