INTRODUCCIÓN
Las flores de Bach son una terapia energética que ayuda a equilibrar las emociones principalmente, también ayuda a conseguir equilibrio mental.
Son esencias que contienen la energía de las flores, no hay sustancias químicas en su composición, su acción se basa en los principios de la física cuántica.
El Dr. Bach entendió al ser humano como un organismo físico y energético que enferma como consecuencia de desequilibrios energéticos desencadenados, principalmente, por conflictos emocionales y mentales que alteran nuestro campo energético, provocando alteraciones bioquímicas que se traducirán en trastornos fisiológicos de todo tipo.
Observando la naturaleza el Dr. Bach intuyó que ciertas flores tenían una energías que sintonizaban con determinado estados emocionales humanos, y de manera intuitiva realizó los preparados que recogen la energía de la flor y la aporta a la persona que la toma comprobando los cambios positivos que tenían en ellos, cambios tan evidentes y sorprendentes que le llevaron a establecer las indicaciones que actualmente se mantienen más de un siglo después de su hallazgo.
Las flores de Bach aportan una sutil energía exenta de efectos secundarios y contraindicaciones y apta para personas de cualquier edad, independientemente de que padezcan enfermedades o tomen otros tipos de tratamientos. También están indicadas en animales y plantas, seres vivos que también tienen emociones básicas y se afectan por las energías que le rodean. En el caso de las plantas está demostrado que las energías humanas influyen en su desarrollo.
Al tomar flores de Bach esa energía interactúa con las nuestras armonizando nuestro campo energético y aportando equilibrio que se traducirá en bienestar, serenidad, capacidad de entender lo que nos ocurre a nivel emocional y de gestionar nuestro mundo interior con herramientas fáciles de manejar.
Para elegir la flor de Bach que uno necesita hay que ayudarse de otra herramienta primordial, la meditación, con ella seremos capaces de ver con el alma y no con la mente, que la mayoría de las veces confunde con sus sesgos, con sus prejuicios, ideas erróneas, justificaciones sin fundamento, excusas, argumentos interesados, y un sinfín de estrategias propias de esa estructura que cuando de asuntos emocionales se trata, manipula, engaña y modifica a su antojo. Al meditar nos liberamos de todo eso y vemos con claridad a qué es debido nuestro estado emocional pudiendo elegir la flor adecuada.
Decir, por último, que si se elige una flor que no es la acertada no tendrá ninguna consecuencia negativa, simplemente esa energía que aportamos se unirá a la que ya tenemos armonizada, eso sí, quedará el desequilibrio sin tratar, en esos casos no notaréis mejoría, esa será la señal para revisar vuestra elección.