La resurrección de Jesucristo fue el hecho más sorprendente e inexplicable que ha ocurrido a un ser humano. La ciencia no encuentra explicación a ese fenómeno que marcó a la humanidad.
Un ser humano excepcional demostró con la resurrección que la vida continúa más allá del cuerpo físico y que lo imposible es posible, dos mensajes de incalculable valor que a todos los que les llega les hacen ver la vida completamente diferente a los que sólo tienen ojos para lo visible, a los que no valoran el amor, a los que se ponen barreras y límites sin saber que el alma no tiene fronteras, a los que no creen en el poder de la mente, a los que viven en el miedo, el egoísmo y la maldad.
Jesucristo resucitó para demostrar que no hay que rendirse ante nada, que la ayuda invisible es real, que el Amor nunca muere, que vive eternamente y que todos somos amor.