La vida es un acontecimiento lleno de misterios a todos los niveles, vida humana, animal y vegetal. Desde la fecundación hasta el nacimiento y la muerte, todo en la vida es misterioso. La ciencia investiga y descubre cada día aspectos desconocidos de la vida, nuevos procesos bioquímicos y fenómenos biológicos que hasta ese momento no tenían explicación, la mayoría de las veces porque la tecnología, aunque avanzada, no es capaz de ayudar a realizar las investigaciones necesarias para obtener esos conocimientos.
Pero la vida es mucho más que un proyecto biológico, que un complejo funcionamiento de billones de células con sus reacciones químicas y eléctricas perfectamente organizadas y sincronizadas. La vida es un proyecto energético que va más allá de lo físico, lo material, lo que se percibe con los cinco sentidos.
La vida es la escuela donde el alma decide matricularse para hacer unos estudios, para aprender unas asignaturas y hacer las correspondientes prácticas, para hacer amigos y relacionarse con otras almas, para jugar y divertirse en el recreo, para desarrollar sus virtudes y dones, para hacer trabajos en equipo, para hacer excursiones y viajes a otros lugares que enriquecerán al alma.
La vida es una etapa en la que el alma tiene unas experiencias únicas que le harán crecer con sabiduría. Al morir, el alma deja la escuela para vivir otra vida en otra dimensión donde continúa con otros estudios, otros proyectos, otras relaciones y otras prácticas que también le llevan a crecer y ser más sabia.
Y otro día volverá a la escuela en la Tierra, en otro lugar, con otros profesores, otras asignaturas, otros amigos, otros aprendizajes. Y así sucesivamente sin límites, así eternamente hasta el infinito.
Ese es el objetivo de la vida. La vida no es azar, no es casualidad, no es un simple suceso biológico, la vida es mucho más. Cuando una persona llega a captar esta idea, lo que parecía inexplicable encuentra explicación, lo que era un misterio oscuro ve luz y claridad, lo que parecía un sinsentido encuentra sentido, y todo lo que acontece en la vida por insignificante que parezca tiene su motivo, su razón de ser, su por qué y su para qué, aportando paz, sabiduría y alegría a ese proyecto vital, a la vida.