Soñar es un actividad mental que está llena de misterios. Se intenta explicar con múltiples teorías pero lo cierto es que ninguna llega a demostrar el motivo de soñar. Hay explicaciones extracientíficas que nos hacen reflexionar.
El sueño es la actividad de la mente libre de conciencia, al dormirnos la conciencia se pierde, en realidad sólo se desconecta de los centros cerebrales con los que se relaciona, y se deja la vía libre al alma, libre para expresar sus inquietudes, preocupaciones y anhelos mediante el lenguaje abstracto, irracional, simbólico que aparece en los sueños.
Durante el sueño también se deja una vía libre al subconsciente, esa parte de la mente donde se ocultan los conflictos no resueltos, los miedos, los traumas, las heridas no curadas.
Y también se da libertad a nuestro cuerpo astral, esa parte energética que durante el sueño se separa del cuerpo físico, manteniendo siempre una conexión, para explorar otras dimensiones, otros rincones del Universo.
Los sueños son pues la expresión de estas tres partes del ser humano: alma, subconsciente y cuerpo astral.
Atender y analizar los sueños son una herramienta de autoconocimiento, muchas veces nos dan la clave, la pista para entender un problema, una historia, un conflicto y encontrar una solución, una explicación, una salida diferente que ni la razón ni la lógica son capaces de aportar.