La luz solar es una energía saludable, salvo los rayos ultravioleta que pueden producir quemaduras solares, el resto de energías que tiene son beneficiosas para el ser humano.
La luz solar es necesaria para el metabolismo del calcio, regula los ritmos circadianos y con ello la liberación de hormonas, interviene en el control del sueño, en los estados de ánimo, en las relaciones con los demás. En verano, cuando hay más horas de luz, mejoran las patologías crónicas de cualquier tipo y disminuyen los casos de depresión y otros trastornos emocionales.
En las viviendas es sano aprovechar la luz natural para hacer trabajos que requieran el uso continuo de la vista, como lectura, trabajos manuales, labores, etc.