Edward Lorenz fue un meteorólogo que en los años 60 cuando hacía estudios buscando patrones climáticos observó que cambios infinitesimales en algunos de los factores estudiados producía una gran alteración en el resultado final. Él fue quien planteó la conocida pregunta “¿Acaso el batir de las alas de una mariposa en Brasil puede causar un tornado en Texas?”
El “efecto mariposa” describe el impacto que puede producir un pequeño cambio de una variable en el comportamiento de un sistema dinámico. Aplicado al ser humano este efecto debería hacernos más conscientes de las consecuencias de nuestros actos.
El efecto mariposa tiene una gran trascendencia a nivel psicológico. Un gesto, una palabra, un comentario que puede parecer a priori insignificante puede tener consecuencias inimaginables en una persona.
Todo el mundo se ha visto o se verá afectado en algún momento de su vida por ese efecto.
Una palabra puede reconfortar, animar, motivar, inspirar, ilusionar, hacer feliz, despertar, cambiar y ayudar a una persona. Del mismo modo una palabra inapropiada puede herir, entristecer, enfadar, molestar, desmotivar, desilusionar, hundir, desesperanzar, desequilibrar a una persona que no se encuentra en un buen momento anímico.
RECUERDA:
Elige con cuidado tus palabras y gestos, busca las que puedan tener efectos beneficiosos en quien las reciba.