Los pensamientos son creados por la mente, esa estructura energética que es como un programa de ordenador.
El pensamiento es energía que utiliza al cerebro, a su red neuronal para transmitir información al organismo mediante la liberación de sustancias que se llaman neurotransmisores y que pasan al torrente sanguíneo llegando a todas las células, allí interactúan con los receptores y ponen en marcha procesos bioquímicos de todo tipo.
Se sabe que los pensamientos positivos liberan neurotransmisores diferentes a los pensamientos negativos y con efectos distintos a nivel celular. Esto tiene una importancia tremenda. Para hacerse una idea de su alcance basta con hacer un sencillo ejercicio: imagina una escena agradable y bonita acompañada de un pensamiento positivo y observa cómo te sientes. Y haz lo contrario, imagina una escena desagradable y fea acompañada de un pensamiento negativo y observa lo que sientes. La diferencia es obvia.
Recuerda:
Un pensamiento es una energía que tiene un efecto a nivel celular.
Elige pensamientos positivos con efectos sanadores.
Los pensamientos negativos son dañinos.