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Emociones básicas


Las emociones básicas son cuatro:

La ALEGRÍA, es la manifestación de la felicidad, es sentir bienestar a todos los niveles, es la expresión del alma, es una emoción que libera neurotransmisores que hacen que las células funcionen con armonía. La alegría es energía sanadora, es fuente de salud. Es una emoción que se contagia a los que están alrededor.

El MIEDO es una emoción que surge ante un peligro y que sirve para defenderse del mismo, para sobrevivir.

El problema es el miedo irracional, el que no tiene un fundamento, el que surge de la mente y se apodera de la persona porque lo limita, lo bloquea, lo anula. Este miedo hace que el cerebro libere otros neurotransmisores que producen trastornos a nivel celular cuando se activan de forma mantenida y constante.

Hay que cuestionarse todos los miedos para luchar contra ellos, hay que analizarlos, desmontarlos, eliminarlos. ¿Cómo se consigue? Confiando en la vida, en el amor, en uno mismo, enfrentándose a ellos, plantándole cara. El miedo irracional es un invento de la mente, no es real. Lo real es el amor que llevamos dentro que tiene el poder de hacer milagros.

La TRISTEZA es una emoción que ayuda a interiorizar y a encontrar el sentido de la experiencia que lo motiva. La tristeza mantenida en el tiempo pierde su valor positivo y se vuelve perjudicial y dañina al llevar a situaciones de depresión y otras patologías.

Para luchar contra ella es muy importante cultivar la faceta espiritual del ser humano porque eso aporta paz y una alegría interior profunda y verdadera que no permite que la tristeza se instale. También es muy importante tener relaciones amistosas con personas positivas y alegres por naturaleza

La IRA es una emoción que surge cuando la persona se siente agredida en algún modo, es un mecanismo de defensa para preservar nuestra integridad física, emocional o mental.

La ira no expresada o contenida, la ira dirigida hacia uno mismo es dañina. Cuando la ira se vuelve contra la propia persona acaba provocando un trastorno energético muy grave que llega a producir mutaciones en los genes que acaban desarrollando enfermedades serias (*)

La ira hay que expresarla gritando, golpeando un cojín o almohada y hablando cuando sea posible con la persona causante de la ira.

Todas las emociones hay que sentirlas, expresarlas, vivirlas, de ello depende la salud. La mayoría de las enfermedades son producidas por trastornos emocionales, por conflictos, por emociones no expresadas, por emociones mantenidas. Salvo la alegría, las otras tres pueden llegar a ser perjudiciales en los casos descritos.

(*) Libro recomendado para entender estas cuestiones:

“La biología de la creencia”

Dr Bruce H. Lipton.

Ed. Palmyra.

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