Cómo influyen los cambios atmosféricos en algunas enfermedades.
La humedad
La humedad con frío empeora los problemas óseos y musculares al estimular las terminaciones nerviosas cutáneas termosensibles que aumentan el dolor.
La humedad con calor no produce esa estimulación, por eso en los balnearios se usa el calor húmedo. Tiene un efecto beneficioso: relaja los músculos, mejora la hidratación de piel y mucosas, mejora el estrés, relaja la mente y el cuerpo.
El viento
El viento fuerte y cálido produce sequedad de las mucosas nasales y oculares, irritación de la piel con tendencia al picor y escozor, cefaleas tipo migrañas, déficit de atención, mareos inespecíficos, pérdida de apetito, sensación de angustia e insomnio.
El viento fuerte y frío produce cefalea, dolor de oídos y garganta, rinorrea (flujo de moco nasal) y lagrimeo, contracturas musculares, irritación de la piel con enrojecimientos, disuria (molestias al orinar), dolores articulares y tendencia a la depresión.
El efecto es independiente de la ropa que lleve uno y de si está en el exterior o en el interior de la vivienda.
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